Ante la aparición masiva de peces muertos en el arroyo de La Palma, Irene Machado, bióloga, docente especializada en peces e integrante del Departamento Interdisciplinario de Sistemas Costeros y Marinos del CURE, señaló que el arroyo de La Palma triplicó en salinidad al arroyo de Las Conchas, ambos desembocan casi a la misma altura de la Laguna de Rocha, por lo que “una de las causantes, sin duda fue la salinidad”, describió Machado.
Irene Machado integrante del Departamento Interdisciplinario de Sistemas Costeros y Marinos (DISCOMAR) del Centro Universitario Regional del Este (CURE), aseguró que “no es un fenómeno extraño” en el arroyo de La Palma (departamento de Rocha), “en particular, asociado a la mortandad de peces” y “tampoco es extraño que la salinidad esté así de alta, bajo ciertas condiciones, como es el viento sostenido desde el sur y el oeste”.
El pasado 7 de enero, la bióloga decidió extraer muestras para medir la salinidad en la zona. “No solo la salinidad, medí todos los parámetros que mide el multiparámetro: oxígeno, pH, la turbidez, la salinidad y conductividad que están asociadas”, explicó, y además “se me ocurrió no solo ir al Arroyo La Palma”, sino también tomar muestras de “los arroyos que atraviesan la Ruta 15”.
“Por un lado, en el Arroyo La Palma la salinidad estaba alta, estaba bastante alta de hecho, me sorprendió, estaba alrededor de 15”. Mientras que el arroyo de Las Conchas y el arroyo La Paloma (arroyo que cruza la ruta 15 y desemboca en el arroyo de Las Conchas) presentó una salinidad de 5 y 0.3 respectivamente. Machado manifestó que “llamaba la atención que en el arroyo de Las Conchas”, donde también “ingresó salinidad”, el nivel “era bastante más bajo” y “contrastaba” con La Palma, a pesar de que “desembocan casi a la misma altura de la Laguna de Rocha”.
Por lo que “sacamos en limpio que la salinidad tuvo que estresar a esos organismos, al punto que las especies de agua dulce” no lograron “sobrevivir”. “Observé sobre todo sabalitos, carpas bastante grandes y después alguna mojarra, pero predominaba el sabalito”, describió.
“El resto de los parámetros son los esperables en un arroyo, el oxígeno estaba alto, la temperatura alta, estamos en verano”, por lo que “no llamó mucho la atención”. “En el aspecto del agua no aparentaba haber cianobacterias, que podría ser otra causa de mortandad de peces o que pudiera afectar”, agregó la docente.
Dentro de las causas que afectaron el aumento de la salinidad en el arroyo, Machado dijo que “al haber una represa en La Palma, la represa de OSE (Obras Sanitarias del Estado) que toma agua para potabilizar, sobre todo en verano, evita que llegue agua salada”, sin embargo “cuando hay vientos del sur” y “del oeste, el agua que llega queda muy estancada ahí” e “impide que el agua continúe hacia las nacientes”, consideró, y agregó: “Entonces, evidentemente, puede que haya mayor salinidad ahí, en comparación con el arroyo de Las Conchas que tienen una orientación más hacia el norte y sin represa”.
Machado evaluó que, “a simple vista”, el arroyo no presentaba “cianobacterias, que son bacterias fotosintéticas que pueden generar toxicidad”.
Respecto a las muestras recolectadas en los tres arroyos, señaló que fueron guardadas para analizar en los laboratorios del CURE cuando el equipo se reintegre de su licencia: “Guardamos una muestra en lugol para mirarla y también congelamos otra muestra”. “Después decidiremos qué conviene hacer con esas muestras”, ya sea “determinar nutrientes o algún contaminante, por ejemplo algún pesticidia”, señaló.
Consultada sobre la posibilidad de que el uso de agrotóxicos en terrenos linderos al arroyo haya afectado a los peces, evaluó que el “uso de agrotóxicos es parte de la mayoría de tipos de producción agropecuaria”. Podría afectar en el caso de utilizarse “muy cerca del margen” o llegar “con el viento”, sin embargo señaló que sería “extraño” que sea un factor de incidencia debido a que son utilizados frecuentemente.
Machado no descartó “otras causas” en la mortandad masiva de peces. Por ejemplo “que estén ya estresados” por “algún compuesto químico de uso antrópico” y “cualquier otro factor que lo estrese, por ejemplo un cambio en la salinidad que los afecte en mayor medida y tengan menos capacidad de osmorregular”.
“Las especies que son de agua dulce no van a sobrevivir, algunas toleran cierta capacidad” y pueden sobrevivir, pero “si es muy brusco el cambio, a veces no les da” ya que “tiene un costo adaptarse a las nuevas condiciones”.
“En la laguna no se pesca carpa, a no ser que sea en el norte, cerca de la desembocadura de los arroyos”, donde “en condiciones normales hay menos de 5” de salinidad, por lo que “una de las causantes, sin duda fue la salinidad”.