El pasado 21 de noviembre y 5 de diciembre en las sedes de Maldonado y Rocha del Centro Universitario Regional del Este (CURE), se llevó adelante el espacio de intercambio docente “Luces y sombras en la inclusión educativa” del proyecto Trayectorias estudiantiles.
El programa, aprobado por la Comisión Sectorial de Enseñanza, en el eje de Inclusión Educativa y Salud Mental, tiene como objetivo promover el encuentro de las y los docentes para problematizar entre pares los temas comunes a la vida académica, tomando como punto de partida la salud mental en la búsqueda de potenciar habilidades integrables a la práctica educativa.
El equipo interdisciplinario está integrado por Daniela Gonçálves, Licenciada en Psicóloga; Laura Silvera, Licenciada en Trabajo social; Magalí Meijome, Licenciada en Psicomotricidad; y Ximena Duarte, Licenciada en Educación Física.
Bajo el marco del proyecto, las actividades plantean “trabajar en relación a las problemáticas de inclusión educativa y salud mental”, a través de “intervenciones, dinámicas rompehielos o actividades de integración como para aflojar y estar presentes para el intercambio”, explicó Duarte.
Luego, “lo central de la actividad sería poder trabajar sobre la Inclusión Educativa y Salud Mental”, que las y los docentes “compartan sus experiencias, poder identificar las percepciones que tienen, ver qué piensan y direccionar posibles acciones a futuro”.
Meijome valoró que los primeros encuentros permitieron “empezar a visibilizar, problematizar, poner una apuesta en común y colectivizar estas problemáticas o dificultades en torno a la salud mental y la inclusión educativa”. A su vez, Gonçálves reflexionó que es necesario “entender que toda la comunidad universitaria es responsable de que realmente logremos una inclusión verdadera”.
“Exigencias, falta de herramientas y estrategias”
Dentro de las principales problemáticas que emergen a raíz de los encuentros, por un lado están “las exigencias que tienen” las y los docentes, que en algunas ocasiones se encuentran “desbordados en la soledad de un aula”, consideró el equipo..
Y por otra parte, “la falta de herramientas y estrategias” para abordar ciertas situaciones. La falta de recursos humanos y la falta de presupuesto también es un indicador importante, porque no hay quien aborde los temas específicamente”, sostuvo Gonçálves. En la misma línea, se advirtió desde el personal docente que “depende mucho de la sensibilidad y subjetividad del propio docente, del momento que está atravesando para empatizar o no con ciertas situaciones”, describió Meijome.
En ese encuadre, Silvera expresó que las y los docentes, al igual que funcionarios y estudiantes, tienen disponibles “recursos, más allá de los personales, recursos a los que podemos acceder en la comunidad, en el mismo orden universitario”. Y en ese contexto, según Duarte, son fundamentales “las acciones que podamos realizar en la universidad” para “construir colectivamente”.
El equipo interdisciplinario continuará trabajando a través del proyecto, desde febrero hasta abril de 2025 , en instancias de intercambio construidas a demanda de los colectivos docentes interesados en abordar estás temáticas. Por cualquier consulta puedes comunicarte a equipodeinclusioncure@gmail.com.